Seis años de invierno

5 de julio de 1941, Miguel Arquer, joven idealista escondido durante la Guerra Civil, decide alistarse en la División Azul para vengar la muerte de su padre, asesinado en una checa por la FAI. Junto a los alemanes combate contra los comunistas en la estepa rusa. Allí conocerá de cerca la brutalidad de los nazis contra los judíos en los trenes de la muerte y sentirá que se ha equivocado de bando, hasta llegar a decir «malditos nazis, malditos comunistas, maldita guerra». Por sus conocimientos de alemán le envían a transmisiones para arreglar la máquina Enigma, utilizada por los nazis para cifrar y descifrar mensajes, lo que le permitirá conocer el libro de códigos. Este hecho es fundamental para el desenlace de la novela. Miguel es herido
en la batalla de Voljov y enviado al hospital. Tras su recuperación regresa a Barcelona con los documentos de cifrado de la Enigma. Tras la guerra, la fábrica de motos Flecha, creada por la familia Arquer, ha pasado a manos de la familia Bonell, falangista. Alicia Canals, la madre de Miguel Arquer, convertida en amante del nuevo propietario, consigue recuperar la fábrica. Miguel, enemistado con su madre, trata de recuperarla pero, tras múltiples peripecias, abandona su objetivo y dedica sus esfuerzos a colaborar con los aliados en la
lucha contra los nazis. Para ello entrega la documentación de la
Enigma en el consulado inglés. Allí conocerá a una joven judía inglesa con la que partirá hacia Gibraltar.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2018)