Se llamaba Manuel

El 11 de octubre de 1934, en Oviedo, durante la sangrienta represión llevada a cabo por el Ejército para aplastar la Asturias revolucionaria, una joven, casi una niña, cuyos padres van a ser asesinados, es violada por un militar. Un hombre joven (que se llamaba Manuel) es encontrado muerto en la casa de campo en la Nochebuena de 1952 en lo que parece ser un asesinato. El inspector de policía Gonzalo Suarez va a ser encargado inicialmente del caso, pero en el transcurso de la investigación va a ser apartado de ella, aunque seguirá investigando por su cuenta. Uno de los primeros indicios detectados es la homosexualidad de la víctima, lo que marcará la línea de investigación sobre el mundo subterráneo del franquismo en el que se mueven incluso personajes importantes allegados al régimen mostrando la hipocresía de esta sociedad. Al mismo tiempo, unos militares españoles negocian, con otros militares norteamericanos, un Acuerdo para el establecimiento de bases de EE. UU. en España, a fin de contrarrestar, de alguna manera, el poder de la URSS en Europa. El Partido Comunista, desde la clandestinidad, utiliza los medios de que dispone para tratar de
obtener información sobre esta negociación, a fin de transmitirla a Moscú. Y esto se realiza a través de una mujer que por dinero está dispuesta a todo, Escolástica Sainz, como establecer una relación, supuestamente sentimental, con el teniente Arturo Saavedra, uno de los negociadores por la parte española.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2018)