El heredero

En torno a dos estirpes de la burguesía catalana –los Bultó-Marqués y los Sagnier– esta novela coral envuelve en la ficción los testimonios familiares sobre la guerra recogidos por el autor. Una breve primera parte caracteriza a los principales protagonistas del relato y los ambienta en su distinta y opuesta posición social. El lujoso bienestar de los dueños de la finca Marqués, cerca de Cunit, con sus criados, sus aparceros y su capellán particular, contrasta con las condiciones de vida de los obreros en las industrias textiles de Vilanova i la Geltrú. De un lado, Isidro Marqués, el «hereu» de la masía, y Blanca, viuda de Bultó, su hermana y sucesora, así como los hijos de esta: Pablo, José Manuel, Montserrat y Adela. De otro, Antonio Campos, hijo bastardo de Isidro que, criado en un orfanato y ajeno a su origen, trabaja en una empresa de asbestos vilanovense y radicaliza su compromiso sindical en vísperas de la contienda. Con el levantamiento militar, que sorprende tanto a los Bultó-Marqués como a la numerosa familia Sagnier, descrita en su aparentemente despreocupado veraneo en Puigcerdá, se inicia el grueso de la narración. A diversos episodios de la violencia desatada en un primer momento contra los ricos y la iglesia, sucederán los intentos de escapar de ambas familias, unos embarcando hacia Italia y otros cruzando los Pirineos. Sus vicisitudes en el exilio, el compromiso de los varones Bultó con la causa sublevada y la terrible experiencia de su hermana monja Montserrat corren parejas a la lucha de Antonio Campos, enrolado en las milicias anarquistas. Los últimos capítulos tendrán al Madrid asediado por los franquistas como principal escenario. Allí un Antonio desencantado logrará emboscarse en una «casa de tolerancia», donde se produce un encuentro «familiar» de sorprendentes consecuencias al final de la guerra.
Memoria familiar e imaginación novelesca se entrecruzan en esta obra que, como afirma el autor, no tiene pretensiones de ensayo histórico. Efectivamente no lo es, por más que en sus ejes figuren hitos clave de la cronología de la guerra. Para dejar constancia de los recuerdos de aquellos tiempos que sus antecesores más próximos le confiaron, la ficción envuelve el relato desde el primer momento. En él conviven personajes reales junto a otros inventados que, al interactuar con los primeros, aportan una intensidad dramática que subraya un narrador omnisciente, siempre acompañando y contextualizando la expresión dialogada de las experiencias y sentimientos de cada uno. Independientemente de los aspectos sentimentales y de intriga que también la caracterizan, esta novela ofrece un eficaz testimonio de cómo vivieron la guerra un pequeño grupo de burgueses y terratenientes catalanes de derechas, que pudieron zafarse de la violencia social desatada en los primeros días del conflicto y que se adscribieron enseguida a la «causa nacional», tanto desde el exilio como en las filas franquistas. En oposición, se describen los avatares, mucho más ficcionados, de los integrantes en las milicias anarquistas. Aunque el autor trata de no tomar partido, expone las motivaciones de unos y otros y denuncia abusos de ambos bandos, su explícito alegato contra la guerra no puede negar la influencia de los recuerdos en que se basa.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2020)