Seguiré tus pasos

Reina Gené viaja a la pequeña localidad leridana de Conques, donde su padre había muerto cuando ella tenía
cinco años ya que ha sido informada de que aquel no se había suicidado, sino obligado a ahorcarse. En el camino sufre un accidente. Se alojará en la pensión del pueblo y durante los pocos días que pasa en él llega a conocer la verdadera identidad de José Gené, su padre: hijo único y heredero de la dueña de una tienda, tiene proyectado casarse con Mercedes, la empleada; su recuerdo le sostiene durante toda la guerra: primero lucha en el bando republicano, pero acabará en el rebelde y entra en Barcelona con las tropas de Franco en enero de 1939. Pero para entonces todo ha cambiado: Mercedes, lejos de acogerle con la ilusión esperada, le rechaza en el primer encuentro sexual, que él convierte en una violación, de la que resulta embarazada… y desaparece
de su vida. Mercedes se recluirá en Conques, con su mejor amiga, donde son acogidas por Soledad, una maestra expedientada, quien criará a Antonio, el niño a quien su madre rechazó desde el nacimiento. El niño llegará a ser cura y obispo y, ya secularizado, se dedicará a la importación de animales salvajes para cacerías clandestinas. Uno de ellos será el causante del accidente de Reina. Entre tanto José, hombre de poco carácter, se casará y tendrá una única hija, Reina. De esta manera, Reina y Antonio son hermanos de padre. Pero no es éste el único misterio familiar que Reina descubrirá en los días pasados en Conques. También que el asesino de su padre había sido el hermano de Mercedes, «alcohólico, pendenciero, grosero, mentiroso, revolucionario, incendiario de iglesias, amante de putas…» y lo ha hecho, a pesar de que José le había sacado de la cárcel «por propietario, por rico, por meapilas, por hijo de puta, por violador, por perdonavidas». Y los dos, víctima y asesino, han compartido la tumba por decisión del obispo, hijo y sobrino de ambos. Pero eso sólo saldrá a la luz cuando exhumen el cadáver de José, en presencia de Reina, que cumple así su misión al viajar a Conques.
No es una novela sobre la guerra, sino sobre el silencio, el dolor y la crueldad generados por ella. Una saga familiar extensa y compleja, que relata, a saltos entre el presente y el pasado, un narrador omnisciente que va sembrando la intriga con adelantamientos y que cierra muchos capítulos anunciando los giros que van cambiando la dirección del relato, con acumulación de personajes y anécdotas no siempre suficientemente aclaradas. La historia demuestra que el pasado no pasa del todo, sigue pesando sobe nuestras vidas, aunque lo ignoremos. Y el valor que se necesita para desvelarlo tiene su recompensa cuando se sabe la verdad.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2020)