Els impostors

La visita de Franco a Barcelona en mayo de 1949 activa la detención y encarcelamiento de los sospechosos habituales. Corren rumores de un atentado contra el dictador. Entre los detenidos no se encuentran los tres protagonistas de esta novela: Dora Colom, republicana convencida, que trabaja como secretaria en el Gobierno Civil; Miquel Alberich, amor de juventud de Dora, excombatiente del ejército republicano y de la resistencia francesa, e integrante del maquis, que, con el nombre de Eliseo Pérez, sobrevive a duras penas en Barcelona; e Ignasi Roura, que bajo la personalidad de un antiguo compañero muerto en el campo de Argelès, Bonaventura Puig, se ha casado con Dora y trabaja como conserje en la universidad en la que durante la República ocupaba la cátedra de botánica. Junto a ellos, dos personajes secundarios, amparados también en el engaño, desempeñan un papel decisivo en la evolución de los acontecimientos narrados. Se trata de Paco, chapero y traficante de cocaína, y antiguo transformista en el Paralelo; y el comisario Fuentes, de la Brigada Político-Social, guardia de asalto en el pasado y que mantiene una interesada postura de ambigüedad ideológica. A medida que se hacen más confusos los rumores sobre la preparación del atentado contra Franco, la vida de todos estos personajes se irá enmarañando en una red cada vez más tupida donde las relaciones afectivas se irán tensando y acabarán provocando un desenlace de protagonismo coral.
Esta entretenida novela gira en torno a la mentira y el ocultamiento como formas de supervivencia. En ella nadie es realmente quien aparenta ser, ni en su vida cotidiana, ni en relación con sus sentimientos, ni en cuanto a sus lealtades y compromisos ideológicos. La acción discurre en su mayor parte en Barcelona a lo largo del mes de mayo de 1949. Se trata, por tanto, de un relato muy concentrado temporalmente que retrocede en ocasiones a otros momentos de la vida de los protagonistas. Fundamentales para la trama son las secuencias que se ubican en 1939 en el campo de Argelès. Los perdedores que pueblan esta narración parecen resignados a soportar una posguerra marcada por la miseria física y moral. Son individuos que no tuvieron más remedio que quedarse en España o que regresar a ella poco después de haber partido al exilio. Y sufren esa situación como una derrota personal que han intentado superar con una identidad falsificada. Redimirse de la impostura se convertirá en el objetivo final de alguno de ellos. El mantenimiento de la tensión dramática se logra con una mezcla eficaz del género negro con la novela histórica bien documentada.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2019)