La Brigada 22

Francisco Munera, un insignificante corredor de seguros, vive en una pequeña ciudad del norte de España sometido a una madre absorbente, siempre enferma y preocupada porque su hijo no se deje arrastrar por las transformaciones políticas y sociales que están ocurriendo en la España de la Transición. Un encuentro fortuito le hace interesarse por el mundo a su alrededor. Esta circunstancia despierta en él un afán por colaborar con un periódico de su ciudad y por conocer algo más acerca de ciertos rumores sobre unas supuestas prospecciones petrolíferas en las comarcas del norte de la provincia. En paralelo, el teniente Tosantos, un joven y meticuloso militar, es encargado por sus superiores de una misión secreta en esa misma zona. La casualidad
provocará que las investigaciones de ambos personajes confluyan en un descubrimiento sorprendente: emboscados en la montaña sobrevive un pequeño grupo de antiguos combatientes republicanos, componentes de la Brigada 22, que desconocen lo ocurrido en España en los últimos cuarenta años.
La construcción de la trama de esta novela se apoya en una intriga bien administrada que es capaz de sostener hasta el final el suspense de dos historias paralelas sin relación aparente, y que convergen tras una suma de situaciones equívocas muy bien ensambladas. Aunque se inspire en algunos casos documentados sobre la posguerra, esta historia sobre el maquis no alude a hechos históricos concretos. A pesar de ello alcanza un alto grado de verosimilitud, gracias principalmente a la precisión de las descripciones y al diseño de sus personajes. Sus protagonistas son dos antihéroes solitarios que no encajan en sus respectivos ámbitos sociales y profesionales, y que tampoco parecen adaptarse bien al contexto que les ha tocado vivir. Este rasgo es compartido por muchos de los personajes secundarios de la obra. Entre ellos destacan de manera especial los guerrilleros que integran lo que queda de la Brigada 22. Un lenguaje muy elaborado, con un léxico preciso y adaptado a cada circunstancia, y con una gran capacidad evocadora nos traslada con eficacia a los diversos paisajes que sirven de escenario al desarrollo del argumento. A ello se une el recurso continuo al humor
como elemento desdramatizador de los momentos más tensos. Un humor que permite proyectar en ocasiones una mirada de profunda ternura sobre acciones y personajes. El desenlace de este entretenido relato pone en evidencia la necesidad de restañar episodios aún sin cicatrizar de nuestra historia y de rendir homenaje a muchos individuos anónimos que la han protagonizado.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2019)