La campana de vidre

De la primera posguerra hasta el cambio de siglo, como en el despliegue de un gran friso sobre Barcelona,
las vivencias de Jenaro Pabón, el protagonista de esta novela, permiten asistir a la evolución social, política y cultural de la capital catalana. Por su adscripción familiar pertenece al grupo de burgueses y funcionarios
castellanoparlantes beneficiados por el resultado de la contienda y comprometidos con el franquismo. Jenito en la infancia y después Jeno, es el único hijo varón de un reconocido abogado de pretenciosos ancestros hidalgos. Protegido y muy mimado por una abuela, crece aislado e indiferente a sus hermanas, desarrollando una temprana y sorprendente capacidad reflexiva que le permite observar con distancia tanto los sucesos diarios como las ideas y actitudes de las personas, casi todas adictas al Régimen, que se relacionan con su familia. Las experiencias escolares con bullying incluido, la asistencia a los campamentos del Frente de Juventudes, su pasión lectora y los primeros amigos que caracterizan su adolescencia darán paso a su primera rebelión seria. En contra de la tradición familiar, no estudiará Derecho sino Filosofía y Letras, especializándose en Lengua y Literatura castellanas. La experiencia universitaria, sin embargo, no le solidariza con el antifranquismo estudiantil y, al acabar la carrera, oposita para ser profesor de enseñanza secundaria. Manteniendo una postura individualista y poco comprometida para todo lo que no sea su disfrute intelectual, musical y artístico, asistirá al final de la dictadura y a los intensos cambios de la Transición en Cataluña, con las reivindicaciones y la puesta en marcha de la autonomía y junto el resurgir potente de una lengua y una cultura silenciadas por tantos años. Su actitud crítica a los comportamientos de los partidos políticos durante los años del gobierno de Convergencia i Unió y sus discrepancias sobre la política lingüística y la actitud de los intelectuales al respecto acentuarán su pesimismo. Con este ánimo, un desconcertado Jenaro Pabón inaugurará el siglo XXI.
En la novela, el autor considera a la familia Pabón como un tipo de "otros catalanes", de clase media o alta, pero sin duda distintos de los humildes inmigrantes que describió Francisco Candel. Al focalizar su atención sobre este colectivo castellanoparlante, señala la escasa atención que curiosamente ha despertado su influyente papel en la composición de la sociedad catalana. De acuerdo con esta idea, su relato de las peripecias de Jenaro desde los años cincuenta del pasado siglo constituye una notable contribución para subsanar este silencio. Pero su empeño excede a la descripción de la "campana de cristal" que aislaba al niño de la realidad social del país y determinó su posterior evolución: a través de las páginas del libro muestra su conocimiento de la evolución social y política de aquellos años, así como sobre los cambios de usos y costumbres de las elites franquistas desde la dictadura a la democracia, todo un conjunto de información que se ve enriquecida por una documentadísima descripción de la música, el teatro y las artes plásticas que caracterizaron la vida barcelonesa del periodo.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2019)