Las cenizas de la inocencia

Emilio "el Monaguillo" vive con su madre, Marita, en una corrala de Lavapiés en los años cuarenta. Un chico algo mayor que él, Nico, le introduce en el mundo del estraperlo, lo que Emilio interpretará como un camino hacia nuevos horizontes. Ese mundo tiene su espacio de encuentro en el club de jazz Dixie. En él canta Asia Luján, amiga de Nico, y en él se relacionan algunos de los principales personajes de la obra: Matías Sampedro y Jorge Lanza, dos grandes capos del estraperlo; o el comisario Gante, policía corrupto de la Dirección General de Seguridad, que se mueve como pez en el agua por el local para sacar partido de unos y otros. Emilio se sumerge en ese ambiente donde va ganándose la confianza del clan de Sampedro. Las dos bandas intentarán hacerse con el control de los numerosos negocios que surgen en una ciudad que está empezando a reconstruirse. Y Emilio, Nico, Marita y Asia se convertirán en instrumentos de los dos grupos mafiosos en el camino que estos han trazado hacia el control de los bajos fondos del Madrid de la posguerra.
Este thriller es un relato circular en el que su protagonista, Emilio, comienza y termina haciendo alusión a un asesinato cometido por él mismo. Entre ambos momentos, el relato avanza con un estilo sencillo y ágil en el que se alterna la primera persona, en los acontecimientos vividos por el protagonista, con la tercera de un narrador omnisciente en el resto de las secuencias. La tensión narrativa, bien administrada, se rompe en el capítulo final con cierto tono folletinesco y la acumulación de datos biográficos, posteriores a los hechos narrados, de algunos de los protagonistas. El argumento parece no necesitar referencias a la guerra, es decir, a la circunstancia histórica que ha conducido en buena medida al mundo y al ambiente en el que se mueven los personajes que retrata la novela. Incluso un dato con una repercusión más que probable en la vida del protagonista -la muerte de su padre, de la CNT, en el frente- queda mencionado al inicio de la obra de manera tangencial, sin ninguna proyección posterior en el desarrollo de la historia. De esta manera, los acontecimientos en que se ven envueltos los personajes se presentan como algo en lo que el contexto histórico no ha desempeñado ningún papel, como una situación derivada de un "mundo sin culpables ni inocentes".

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2019)