Eva. Una aventura de Lorenzo Falcó. Serie Falcó 2

En febrero de 1937, el espía jerezano Lorenzo Falcó llega a Sevilla para recibir un nuevo encargo del almirante del servicio de inteligencia franquista: treinta toneladas del oro que los republicanos querían mandar a Rusia habían sido embarcadas en el Mount Castle, ahora amarrado en Tánger. Falcó es el encargado de recuperar el tesoro para los franquistas y para ello contará con la ayuda de diferentes contactos. Vuela a Tánger con nombre supuesto. En el puerto, junto al Mount Castle y bloqueando su salida, está el barco rebelde Martín Álvarez con su capitán, Antonio Navia. La ciudad marroquí está llena de espías republicanos y franquistas, de agentes rusos y americanos. En un contexto de delaciones, engaños, sobornos, traiciones y asesinatos, Falcó se
volverá a enfrentar con una vieja conocida, Eva, por la que se siente atraído a pesar de que ambos están al servicio de sus enemigos. Eva es una mujer que está a la altura de Falcó en cuanto a valentía, arrojo e independencia, solo que ella actúa por motivos ideológicos, frente al cinismo del que hace gala Falcó. Como en la novela anterior, el final nos hace pensar que pronto volverá a aparece Falcó en una nueva aventura y la duda está si en ella habrá un lugar para Eva.
Novela de espionaje que cubre pocos días en febrero de 1937. De un estilo muy ágil, a menudo irónico, escrita en un lenguaje cuidado, con muchísimos diálogos muy eficaces, esta segunda entrega de la saga Falcó tiene Tánger como escenario principal. El ambiente de la ciudad internacional, llena de gente de múltiples sitios y razas está sumamente bien descrito. Y ciertos fragmentos son especialmente emocionantes. La estructura es sólida si bien no se aborda el tema principal hasta la página cincuenta y no se llega a Tánger hasta más tarde. Los personajes están bien trazados, fácilmente reconocibles en ese mundo abigarrado y el protagonista se describe como "chico de buena familia en versión descarriada", elegante, guapo, atrevido, "un actor perfecto, un truhán redomado y un criminal peligroso", frío, ecuánime, calculador menos frente de Eva que le atrae porque se le parece pero a la que no logrará retener. La guerra de España aparece como "lances sucios propios de un sucio oficio", espías sin rostro, «peones desechables en un tablero donde jugaban otros". En este conflicto Falcó no es favorable a ninguno de los contendientes, pero entre dos males escoge el que le parece menos malo.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2017)