El camí de les Aigües

Dos grandes protagonistas femeninas, Laura y María Badia, la cocinera que un día decidió escribir sus memorias. Las dos historias son interesantes, pero destacamos los capítulos dedicados a María porque entran de lleno en los años de la guerra y la postguerra. Ella nos explica su vida en l’Espluga, antes de la guerra, una vida como tantas otras: deja de ir a la escuela para cuidar de sus hermanos y ayudar a su madre, su primer trabajo a los nueve años; con diecisiete ha trabajado en seis casas y ha tenido su primer desengaño amoroso. En 1928, en Barcelona, descubre su vocación de cocinera en casa de un matrimonio suizo: son los años más felices. Al estallar la Guerra Civil vuelve a l’Espluga y se convierte en cocinera de un hospital de guerra que acaban de abrir en su pueblo. Después María y su familia, como tantas otras gentes, huyen ante la llegada de las tropas de Franco. Al regresar, destrucción. Poco a poco María vuelve a vivir, se casa, tiene dos hijos que en la escuela cantan el Cara al sol. Al final de su vida, ya viuda, se encuentra con su primer novio. Años después el azar hace que la historia de Laura se mezcle con la de María. Se cierra el círculo.
La acción de la novela está situada en escenarios reales, bien conocidos por la autora, en L’Espluga del Francolí cerca del Monasterio de Poblet y en Barcelona. En el libro se mezclan dos historias, las vidas de Laura y María se van intercalando. ¿Cómo? Laura, profesora de catalán y escritora, en crisis desde la muerte de su hermano, adora a su abuela que vive en una residencia, va a verla regularmente y para entretenerla lee una historia, la de María Badia. Pero estas memorias hacen revivir a su abuela hechos ya pasados. Los capítulos, supuestas memorias de María, llevan por título recetas de cocina; de esta manera vemos la evolución de nuestra cocinera desde que ayuda a su madre a preparar la comida hasta que se convierte en una gran cocinera. Muy interesante el capítulo titulado "Ranxo" dedicado a la vida en un hospital de guerra, sus relaciones con los médicos, con la enfermera suiza o su reacción ante la muerte. Ella, María, fue la cocinera del banquete de despedida a las Brigadas Internacionales. Desde el año 2003 y gracias al fotógrafo Nil Thraby sabemos que el albergue Jaime I, después ocupado por la Sección Femenina, en la zona de Les Masies de l’Espluga de Francolí fue el lugar en el que se había realizado el banquete, el 25 de octubre del 38.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2017)