Vuit dies de març. Inspector Mascarell 8

Otro caso del sexagenario exinspector republicano Mascarell. Esta vez la acción se desarrolla en 1951 y, como siempre, en Barcelona, donde reside con su joven esposa. La irrupción en su vida de uno de sus hombres del
36, Pere Humet, alterará su pacífica existencia. Le cuenta cómo cinco de ellos, después de luchar en el frente, acabaron en Mauthausen, donde las durísimas condiciones de vida quebraron la integridad de uno de ellos, Santiago Piñol, que traicionará a sus compañeros y será responsable de la muerte de tres. El cadavérico superviviente, enterado de que Piñol vive en Barcelona, persigue su rastro para vengarlos. Cuando Pere aparece asesinado, Mascarell siente el deber moral de proseguir la búsqueda. La tarea no resulta fácil pues precisamente esos días hay una huelga de tranvías en Barcelona que dificulta los desplazamientos. La situación de las tres familias de estos republicanos desaparecidos, más que exiliados, es muy precaria y el autor refleja muy bien ese panorama de la posguerra. Las visitas a los familiares que quedan de los tres muertos le facilitan poca información, pero suficiente para, con su experiencia y su saber hacer, aclarar el caso. Lo sorprendente es que, de estas conversaciones, un familiar también obtendrá la información que necesita para sus propios fines.
Octavo volumen de la exitosa saga del inspector Mascarell. Novela de investigación, sin presencia del cuerpo policial, pues Mascarell fue inspector en la República, condenado a muerte, conmutada posteriormente. Desde el segundo título de la serie sus investigaciones son a título personal, llevado por su sentido de la justicia. El experimentado autor sabe elegir los momentos y los temas de más repercusión y los documenta exhaustivamente. Elige dos momentos históricos claves: la presencia de republicanos en los terribles campos
de concentración nazis, que Pere le describe; y la primera huelga de tranvías en Barcelona, un auténtico pulso a Franco, que Mascarell sufre como ciudadano, y cuyas motivaciones y desarrollo sigue a través de La Vanguardia, de sus conversaciones en su bar de cabecera y con los diversos taxistas que utiliza. El momento personal que elige también es crítico: el inminente nacimiento de su hijo, que da lugar a emotivas conversaciones con su mujer. Hasta descubre la existencia de un topo en una de las familias represaliadas.
En fin, una mezcla exitosa de la faceta familiar y profesional del inspector en una Barcelona que describe meticulosamente y con mimo. Se lee con avidez, pues los cuarenta y dos capítulos cortos enganchan al lector desde el primer momento.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2017)