Resumen
La acción del libro comienza el 14 de abril de 1931, el día en que los jornaleros, aparceros y trabajadores de la comarca de Ólvega, en la provincia de Soria, celebran con alegría y esperanza la llegada de la República. Es el momento esperado por ellos para hacer la revolución agraria y que se produzca el ansiado reparto de las tierras, que, en manos de unos pocos, han convertido, hasta entonces, al resto de los habitantes de aquellos pueblos en esclavos. En la comarca, el dueño de casi todo es Rafael Mayor, representante de ese sector de la sociedad opuesto a que las cosas cambien, como promete la República. En la parte contraria, Julián Villaspino es el líder de los desfavorecidos, un joven valiente que comprende los graves problemas a los que se enfrenta, al tiempo que percibe egoísmo en algunos de los suyos que acrecentarán las dificultades hacia el cambio deseado. Se producen muertes y asesinatos en ambos campos, entre ellas las de los funcionarios encargados por la República de inventariar las tierras y las de Rafael Mayor y su esposa; este último asesinato es perpetrado con grandes dosis de crueldad. A la par que se describen las trágicas luchas sociales, se intercala una historia amorosa entre la hija del hacendado y el líder de los trabajadores de tal manera que en la segunda mitad de la novela se diluye la batalla política y se realza la difícil trama amorosa. Corre ya el año 1939 y la persecución hacia los vencidos alcanza de lleno a Julián Villaspino.
Los hechos que relatan el libro se circunscriben a una zona muy determinada de la provincia de Soria, que geográficamente tiene su centro en la localidad de Ólvega y pueblos limítrofes. Con un estilo a menudo barroco, al autor describe el ambiente lugareño y la naturaleza mediante un vocabulario muy preciso, rico y sugerente. Pone en boca de los campesinos palabras y giros propios del medio rural que hoy apenas se usan, pero que no dificultan la lectura del relato. Hay expresiones y secuencias llenas de significado poético, que se alternan con escenas de crudeza, e incluso
sórdidas, para expresar la difícil vida campesina. Chocan, por su desprecio hacia el género femenino, las que se refieren a las relaciones sexuales puestas en boca de los hombres con extrema rudeza. El argumento tiene su punto más débil en la relación amorosa entre dos personas de mundos tan diferentes, no tanto en sí misma, sino en la falta de verosimilitud narrativa.
(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2016)