El hombre de la leica

El relato transcurre desde la llegada a Pamplona del general Emilio Mola, días después de su nombramiento como comandante militar de esa ciudad en febrero de 1936, hasta su muerte en accidente de aviación en junio de 1937. Algo más de la mitad del libro se dedica a la narración minuciosa de los preparativos de Mola para poner en marcha la sublevación del ejército contra el gobierno de la República, en especial sus contactos con los carlistas navarros, que aseguraban tener los combatientes y armas necesarios para asegurar el éxito de la asonada, pero de los que difería en lo concerniente a instituciones y simbología. La narración en primera persona, el supuesto diario del propio Mola, alterna con el relato del narrador, fruto ambos, según la editorial, de un gran trabajo de documentación, que recoge, entre otros, textos de las múltiples instrucciones, firmadas por el Director, en las que el general intenta prever todo tipo de detalles relativos a la sublevación. Si en la primera parte destacan los desencuentros entre Mola y los carlistas, en la segunda, que se centra en el desarrollo de la guerra en el frente del Norte, aparecen reiteradamente las peticiones de armamento que formula Mola, frustrado por su escaso avance, a Franco, que es quien mantiene contactos con el gobierno alemán.
El relato en primera y tercera persona, en ambos casos excesivamente prolijos, cambia de carácter a lo largo del libro: en la primera parte el narrador parece identificarse con el punto de vista de Mola quien, en su "diario", afirma: "En esta hora delicada que, por desgracia nos ha tocado vivir, quienes tenemos (...) el sacrosanto deber de defender la patria con las armas si así se necesitara, (...) sabremos estar a la altura de las circunstancias y acabar con este caos, con esta anarquía que nos asfixia y nos aniquila". Sin embargo, más adelante, la narración se distancia progresivamente del protagonista, pintándolo como un personaje sanguinario, despiadado y colérico, trata con ironía creciente a Sanjurjo, Millán Astray y a los requetés, y describe con auténtico desprecio las acciones de Franco.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2015)