Operación Matrioska

Operación Matrioska sigue la trayectoria de dos personajes, Héctor Tobía y su hijo Quique, a los que el destino les separa el 24 de septiembre de 1937 con el ejército rebelde a punto de tomar la ciudad de Gijón, donde viven. Quique parte bajo nombre supuesto en un barco que le llevará a la URSS junto con otros niños asturianos, cántabros y vascos, con la esperanza de volver a reunirse con sus familias al final de la guerra; su padre consigue pasarse a los sublevados y convencerles de que había estado escondido esperando unirse a ellos. A partir de este punto la novela va narrando, en capítulos alternos, las andanzas de ambos personajes, que, una vez terminada la Guerra Civil y la formación de Quique en la Unión Soviética, llevan vidas paralelas en relación con la División Azul, uno en el bando español y el otro en el ruso; ambos llevan a cabo peligrosas tareas de espionaje en el Berlín de la Segunda Guerra Mundial y, más tarde, siempre en bandos enfrentados, entablan contacto con los exiliados residentes en el sur de Francia. Finalmente, sus destinos se unen de nuevo con motivo de la "Operación Matrioska", el supuesto intento del PCE de llevar a cabo un atentado contra Francisco Franco.

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2015)