Muy rojo, muy negro

En Galicia apenas hubo conflicto bélico: desde el principio los sublevados tomaron el poder y ejercieron una violenta represión, que obligó a muchos republicanos a echarse al monte o a escaparse a América vía Portugal. De esa represión, de los maquis y de quienes consiguieron escapar trata fundamentalmente esta novela, ambientada en un territorio imaginario de la región, Benencia, que ya fue escenario de otra narración del autor. Pero al narrador, tanto o más que esto le interesa contar cómo, al compás de la vida política y de la represión, los hombres y las mujeres (sobre todo, estas) desarrollaron sus apetitos sexuales, de tal manera que por la narración desfilan ejemplos explícitos y detallados de adulterios, relaciones lésbicas y otras prácticas sexuales. Ya en el capítulo II el autor señala cómo "en las guerras se exacerban los deseos ante la accidentalidad de la siempre perentoria vida y por eso a las gentes les apremiaba probar y rodearse de los placeres mayormente de los de la carne: el único placer al alcance de la mayoría y —desde luego— la única carne asequible en tiempos de penuria".

(Resumen extraído de AMESDE. Repertorio bibliográfico 2014).